amar en rojo

– y en argentina o acá te has involucrado en política?

– y, todo lo que hacemos es político, aquí en Panamá nunca he militado en ningún partido…es que no me convence ninguno. Hay mucho que hacer toda,…

– eh, disculpa que te interrumpa pero no me gusta esa palabra «militancia», es muy comunista.

(En contexto, esta fue una conversación con un funcionario que intentaba dejar claro que su nombramiento no estaba vinculado al partido de turno e intentaba averiguar mis inclinaciones políticas.)

En el tiempo que corre, en la realidad que vivimos a nivel mundial, regional y nacional resulta imperante entenderse como sujetos políticos, entender de una vez por todas que es una ridiculez repetir la frase «es que yo soy apolítico», en el estricto sentido de esa palabra es absurdo pensar a un ciudadano no político, y creo que esa frase es una excusa muy blandita que dice «no entiendo como funciona el Estado y como no me falta nada no me interesa mas, si no me afecta no me importa».

Un estado sin ciudadanos que se reconocen como parte del mismo, es terreno fértil para la corrupción y el ventajismo del poder económico.

En Panamá es muy fácil tener cosas, y somos la sociedad perfecta de la idiocracia, el que produce tiene y es fácil tener de todo, y el pensamiento (consciente o no) común es «no me importa como funcionan las cosas porque a mi no me falta nada…» el problema de este sistema es que se desgasta, y ya faltan las cosas, y los ricos son mas ricos y los pobres más pobres, y los ricos mantienen a los pobres de su lado con migajas y adoctrinamiento, y en el medio, la clase productora, que paga cuentas y que se educa, y que entiende que cada vez es más difícil pagar las cuentas y educarse.

Cada quien tiene derecho a creer en el sistema político que mejor le parezca y que más le convenga, pero en Panamá tenemos que llegar siquiera ahí a un debate consciente y con bases políticas reales, nos falta educación social, educación política…nos falta educación.

Y en cuanto a criticar al otro y tildarlo de comunista solo porque se entiende como un ente político parte del Estado, es una muestra de ignorancia suprema, esa ignorancia tan made in usa en donde se le teme a todo el que piensa distinto y que pone en riesgo al status quo.

En cuanto a mi, soy un ente en continua formación, en continuo crecimiento y cuestionamiento, pero me encanta ver el mundo y la vida desde la ventana del lado del chofer (ref. latinoamericana del conductor vehicular).

Despues de todo, vivimos en un tiempo en donde el amor se ha convertido en el principal acto de rebeldía y si esa bandera la levantamos todos lograremos comprender que el siguiente escalón de nuestra evolución socio-política debe ser cambiar el yo por el nosotros.

 

 

 

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