…inesperadas, que nos invitan a lanzarnos sin pensar a una nueva aventura de emociones, sentimientos, subidas, bajadas, estrellones, en fin un camino lleno de obstáculos, retos, unos difíciles, otros de esos tipo «El Templo Escondido» que da alegría y placer pasarlos, y uno lo hace en poco tiempo y con una sonrisa en la cara.
…en que si piensas mucho las cosas tu lado humano sale a flote y te matan las inseguridades y los miedos, y pierdes, pierdes por lenteja, pierdes por darle «segundos pensamientos» a cosas que no había que procesar, sólo hacer.
…en que cuando una puerta se cerró de pronto, alguien te abrió otra y te dejó entrar, y aun sigues en el quicio de la puerta, esperando, contemplando, atreviéndote a dar el siguiente paso…¿qué es lo que tanto esperas?
…en las que lo mejor es sentarte en esa banca del parque, ver pasar la gente, sentir pasar el tiempo, esperando, solo esperando sentir que es hora de levantarte y caminar…la paz nos viene bien.
…de cada día que si nos enfocamos en los detalles siempre son diferentes.
…en que vas caminando y al levantar la vista ves el resto de tu vida y decides seguir en esa dirección.
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