demonios de mil cabezas,
que se vencen con besos,
que se ahuyentan con miradas.
¡voy a cuidarte! dijo la princesa,
en un mundo que vomita bondades
y traga falsedades,
blandiendo las palabras,
susurrando versos,
venciendo en la batalla
armada de besos.
Gracias porque con solo una mirada basta para que vensas todo los demonios que aveces se quejan de tanta felicidad que produce tu ser