No me interesan las cáritas de yo no fui, las moscas muertas, las agendas ocultas. Me gustan las cosas de frente, tal cual, la poca vergüenza y la nula atención al que dirán, me gustan los sentimientos a flor de piel, reales y honestos, los dramas reales y no las manipulaciones de contenido. Al pan, pan.
Esa fue mi polémica actualización de estado en facebook, la humanidad (claro que la que comprende mis 400 y tantos «amigos») se vio afectada de manera contundente por tan directa declaración.
El mundo, o más bien a cierta parte del mundo no nos preparan ni para decir las cosas como las sentimos ni para entender las cosas sin exagerarlas, agrandarlas, dramatizarlas, comprender que cada quien puede hacer y decir lo que sea que le salga de los cojones u ovarios, y que el orden universal va a seguir en su estado de equilibrio.
No todo lo que decimos, o sentimos está directamente relacionado con alguien en específico, a veces las emociones son simplemente eso, emociones.
no mente gente.