They did…¿Do I?

Cumplí 30, de repente, todo a mi alrededor es de 30 años y las cosas pesan un poco más,  o al menos eso se siente, hay 9000 bodas a mi alrededor,  la de mi HERMANITO principalmente (sí, sí, mi hermano menor se casó antes que yo, y para los puristas de las tradiciones ya me clavé la cruz de la hermana mayor y soltera, por suerte ya no nos quedan muchos puristas en el mundo), luego mis amigas, van cayendo una tras otra, con la mirada perdida tras el reflejo de un anillo mientras dicen: Si quiero!

Como es que todas esas cosas que antes carecían de importancia, ahora de repente nos importan y obvio cada quien con sus reservas, pero es como una explosión de sensaciones, todo de repente tiene 30 años, las borracheras adquieren significados especiales porque suceden en ocasiones especiales, los llantos, y adquirimos características especiales de «toda chica de 30″,  AMARGADAS Y A DIETA! 

Es la ultima lucha en contra del deber ser, la última prueba de la vida en la confirmación de nuestro carácter, es cuando todo empieza a «resbalarme», sea una u otra decisión, acción, pensamiento o idea, adquiere carácter de estrictamente personal, y me chupa un ovario lo que tengan los demás para decir al respecto. Aprendemos a cuidar al otro pero ante todo a cuidarnos a nosotras mismas, la opinión del otro vale, pero la mía también, carajo!

Hago la aclaración, no creo que la felicidad sea únicamente encontrar al «amor de tu vida» y «ser alta, rubia, delgada y joven», creo que la verdadera felicidad llega cuando te conviertes en el amor de tu vida, y te amas y aceptas tal cual eres.

Es hermoso vivir junto a las amigas,hermanas, primas, y demás mujeres ese momento de «organizar la boda», pero más hermoso es ver que han logrado construir relaciones duraderas, saludables y que las hacen crecer y sentirse orgullosas de quien son y de quien tienen a su lado.

Todas queremos eso, todas queremos encontrar el amor, ser el amor de alguien, a todas nos emociona un poco pensar en anillos y en propuestas, y todas nos regocijamos en la idea de compartir con nuestra pareja una linda historia de crecimiento y construcción permanente.

En estos días una amiga me decía, «Fulano de tal, está para casarse YA, él sólo quiere que lo quieran»,  no somos solo nosotras, llega ese momento en que ellos también piensan en el compartir la vida con alguien que los haga sentir orgullosos de quien son y de quien tienen a su lado.

Es cuestión, de tener paciencia, construirse individualmente primero y disfrutar la compañía de quien camina a nuestro lado, disfrutar cada segundo del tomar de la mano a quien nos acompaña cada aventura, y vivir, vivir un día a la vez.

Queremos todos amar y ser amados, y con paciencia y seguridad en el proceso las relaciones de pareja se llenan de momentos maravillosos, de sonrisas y sobretodo de confianza y complicidad.

Valoro cada día más mi relación, aprendo cada día de mi pareja, pero sobretodo aprendo cada día más de mi propia capacidad de transformación y construcción a través de eso maravilloso que es hacer las cosas con amor.

a pleno.

 

 

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