té(n) FE!

no soy religiosa, a veces no sé si creo o no en Dios, la mayoría de las veces termino creyendo que sí, y es que siempre recuerdo el libro de filosofía de la escuela, en el que se hacía referencia a la apuesta de Pascal que dice más o menos así,

  • Puedes creer en Dios, si existe, entonces irás al cielo.
  • Puedes creer en Dios, si no existe, entonces no ganarás nada.
  • Puedes no creer en Dios, si no existe, entonces tampoco ganarás nada.
  • Puedes no creer en Dios, si existe, entonces irás al infierno.

supuestamente eso de creer y que no exista está jodido porque viviste tu vida condicionado a los dogmas religiosos, pero la religión y yo sí que no nos llevamos así que contal de estar bien con Dios por si existe y vivir siendo yo misma, respetando a los demás que creo que es lo más importante, pues me asegurará algún puestito en el cielito lindo.

la cuestión es que al no estar pendiente de las cosas espirituales, religiosas, llaménle como quieran, tampoco soy muy conciente de la fe, creo que la fe del ser humano se aleja por completo de cualquier tipificación religiosa, no sé porqué mucha asocia tener fe a «creer que la iglesia tal cosa…» la verdad es que la fe es la capacidad que tiene el ser humano de creer en sí mismo, y en lo que hace.

siendo mujer, estoy condenada a padecer la elección natural que la vida hizo por mí, es decir la effin regla, no sólo soy SUPER lunática y a veces las hormonas revueltas (enfoque negativo total) me vuelven loca, en serio, intensa, ni yo misma me soporto, me da alergia, estornudadera, moqueadera, dolor de cadera, dolor de piernas y por supuesto…cólicos! o sea, nadie me preguntó si yo tenía planeado ser mamá o algo así, pero bueno por sí las moscas, dejemos que la naturaleza haga su «magia» y seguiré padeciendo mis dolores.

en realidad, un día al mes soy inservible, no me levanto de la cama y usualmente me quejo de absolutamente TODO, recuerdo que cuando vivía en casa de mis padres, el que se levantaba a acompañarme en mis noches de quejadera y dolor insoportable, era mi papito, el me acompañaba toda la noche de ser necesario, y creo que al no entender (obviamente) bien que era lo que pasaba, pues su preocupación era muy real y afligida, mi mamá sólo decía -aguanta como hembra, carajo-, digo, ella sabía que no me iba a morir.

cuando me mudé donde mi abue, pues tocó aprender a aguantar calla’a, o al menos solita, porque aunque mi abuelita me atendía la mayoría de las veces, ella también sabía que no me iba a morir por un pinche cólico, aunque yo les aseguro que sí. Si hay una persona que se preocupa por mí cada vez que digo ay, es la señora que se encarga de la casa, debo decir mi nana, porque la verdad es como si lo fuera, me regaña muy a su manera y me cuida, cada vez que tengo alguno de mis males, Mariela me dice, -niña, le hago un tecito?- nunca le he dicho que no a Mariela, aún cuando para los cólicos el remedio sea muy extraño como té de canela, pero canela en polvo con agua, o sea, hay grumitos y todo, a veces con limón, a veces no, tras su indicación de tomarlo lo más caliente que aguante SIEMPRE pasa el dolor, el que sea, de cabeza, cólicos, de panza, muscular, lo que sea, los tés de Mariel siempre son la solución, creo que más que los poderes curativos de las hierbas y especias, es la fe y el deseo de que la otra persona se recupere lo que hace que cada taza esté llena de energía postitiva, energía que ella regala, que viene desde su corazón con el mejor deseo de mejoría, Mariela me puede dar té de apio que es algo que detesto, y creo que gustosa me lo tomaría!!!!

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