circunstancias

al final resulta que sólo somos nosotros y nuestras circunstancias, sin importar que hagamos, que digamos, con quien estemos o donde decidamos ir, lo que mueve a cada individuo es una fuerza o varias fuerzas individuales, dinámicas, que trasgreden mas allá de la voluntad propia, y nos dejan sólo ser testigos de nuestra propia voraz naturaleza.
pasa que realmente no importa que tengas planeado las circunstancias siempre van a cambiar, a su propio antojo y entonces te toca improvisar en la marcha, y es cuando te acuerdas de Shakespeare que decía que hasta para las mejores improvisaciones hay que ensayar, y te das cuenta que no lo hiciste, te das cuenta que creías que tenías todo de tu lado, caíste en la más antigua trampa de la vida, ser joven y creerte invencible.
hay fuerzas que te mueven, sin que quieras, el libre albedrío de las fuerzas aquellas es mayor al propio y uno no puede hacer nada, resistirse es estúpido, y entonces sientes como si fueras en una bajada a máxima velocidad sin tener la mas puta idea de que hay en el fondo.
y es entonces cuando aparece el miedo…y puede apoderarse de todo, si lo permites.
no quiero ponerme positiva, porque no lo estoy, lo estuve demasiado tiempo y ya me harté, prefiero ser realista quizás así las cosas me duelan menos, quizás así aprenda que no hay que esperar nada…de nadie.

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