ok, mi maravilloso trabajo, ese que me gané, ese que me prometió tantas cosas y que me enseñó otras mas…siendo la primera NO CONFIAR en las corporaciones aún cuando estas se llamen a si mismas SIN FINES DE LUCRO, resulta que esta ONG resultó ser tan corporación como cualquiera de las que antes he huido, mi contrato decía un año, tenía la cláusula de tiempo probatorio, me hicieron firmar otro contrato por un salario más bajo una semana después de haber firmado el orginal, pero yo y mis ansias de trabajar en una ONG que realmente hiciera algo decidimos confiar y firmé, después de todo era la entrada para una entidad que «hacían algo bueno», al final como todo se mueve por dinero, y eso de sin fines de lucro no es tan real cuando los directivos reciben salarios de muchos ceros. digo yo, no creen?
El punto es que hace dos semana me informaron verbalmente de un ascenso, de más responsabilidades ya que estaban muy satisfechos con mi trabajo, y para nadie es secreto que me desviví por la instalación de la sede en Panamá, y di el 300% de mí, no por el dinero, sino por lo que significa para mi trabajar en pro del desarrollo social, sino sería banquera y trabajaría en uno de los 8 mil bancos que hay en este país, (nada personal con quienes deciden esto, solo no es lo mío).
El viernes pasado a menos de 10 días de cumplir los 3 meses para obtener «según contrato» la permanencia, aunque esto es según las leyes del país, cosas que siempre fue una formalidad pues la identidad y las políticas de la ONG prevalecen (paja, paja, paja) llegó una sub contratada que maneja la planilla a informarme que mi trabajo finalizaba ese día, que según ellos yo estaba sobre calificada, que no podían mantenerme con un salario inferior a lo que profesionalmente me merecía, la PAJA mas seca que he oído en toda mi vida, a mi alguien me preguntó que quería? y la opinión del colaborador no cuenta? no se supone que una ONG que trabaja según el respeto a los DDHH va a brindar un ambiente laboral adecuado?
Pues no, me botaron como si hubiera cometido alguna acción contra la organización, sin aviso, sin nada, con un cheque que me valía dos pepinos, mi objetivo ahí era aportar a mi país, aprovechar que alguien tenía los recursos y que yo tenía el talento, aprender y desarrollarme.
Dicen que las puertas estarán siempre abiertas, pero después de esta experiencia la verdad me desilusioné mucho de lo que esta ONG predica y no practica, y ni por el mejor salario del mundo volvería a trabajar con gente que no tiene consideración con su recurso humano.
Yo soy joven, soy profesional y estoy capacitada, lastimosamente si alguien se sintió amenazado por mi existencia en la organización logró hacer que me despidieran y estoy segura de saber quien fue. Pero bueno, las frustraciones personales cuando afectan a otros, se convierten en karma, y se devuelve,
Ahora estoy de vacaciones forzadas, volviendo a la práctica del Derecho, con mis clientes que amo con el alma.
¡Qué desgracia, Marta! Muy mal que te hayan tratado de esa manera.