un trago en la mesa, el hielo lo hace durar más, tanto sentido que se acumula en el pecho y no sale por los labios, me queda escribir, a ver si hace sentido todo, aunque las cosas a veces no tienen que tener sentido para ser sentidas, y así, no vamos en un consecuente devenir de canciones, letras, tragos y sonrisas. Un sinsentido total para la conveniencia, con total sentido para sentir.
hacía tanto tiempo que no me pasaba esto, de ser letra, ser palabra y sólo poder llorar, reir, beber un poco, (ya no fumo…el humo se llevaba las letras) escuchar las letras de otros, que se acumulan en el todo, y vuelvo a pensar la lógica de lo que escribo y no la encuentro.
y sigo llorando, y sigo riendo, y sigo bebiendo, un poco, y soñando, y esperando y queriendo, queriendo con toda el alma que sigan saliendo esas cosas bonitas que se acumulan y que cuando salen me hacen reir, me hacen beber, me hacen llenar los ojos de lágrimas dulces, de esas lágrimas que reemplazan aquello que no se puede decir, eso que no se puede tocar.
y me quedo vuelta letras, dando vueltas en el colchón, mirando el cielo raso y con la certeza de que todo está como debe ser.