El derecho de acceso a la información y la responsabilidad de su ejercicio

En Suecia en 1766, los suecos exigieron conocer como funciona el Estado, y en ese momento todas las condiciones socio políticas eran ideales para que naciera la primera ley de acceso a la información pública del mundo, la Ley de libertad prensa y expresión y del acceso a documentos públicos.

En 1948, con la declaración universal de derechos humanos bajo el paraguas del artículo 19, derecho a la libertad de expresión, se reconoce también el derecho de investigar y recibir informaciones, y difundirlas.

y luego en 1969, el artículo 13 de la convención americana sobre derechos humanos convierte al sistema interamericano en el primer sistema sistema regional en reconocer el derecho de acceso a la información como un derecho humano.

No voy a aburrirlos repitiendo los textos sobre el derecho de acceso a la información, para mí es el derecho que tenemos todos de preguntar a los gobernantes que están haciendo, cómo lo están haciendo, porqué lo están haciendo y así poder identificar para quienes lo hacen, respecto a la gestión de recursos del Estado.

Panamá reconoce el Derecho de Acceso a la Información (DAI) en el artículo 43 de la constitución política de la república dentro del capítulo que trata sobre las garantías fundamentales, y por Ley contamos con los procedimientos para acceder a la información pública a través del Habeas Data o las solicitudes de acceso a la información, y además tenemos una entidad autónoma garante de hacer cumplir nuestra Ley de transparencia y a la cual podemos acudir a denunciar cuando no se cumple.

“El actuar del Estado debe encontrarse regido por los principios de de publicidad y transparencia en la gestión pública, lo que hace posible que las personas que se encuentran bajo su jurisdicción ejerzan el control democrático de las gestiones estatales, de forma tal que puedan CUESTIONAR, INDAGAR y CONSIDERAR si se está dando un adecuado cumplimiento a las funciones públicas”, declara la Corte Intermericana de Derechos Humanos respecto al DAI.

Entonces, si el Estado debe ser transparente y garantizar el DAI, el ciudadano debe ejercer ese derecho de manera efectiva, el DAI es un derecho que se ejerce preguntando, buscando, investigando, cuestionando, yendo más allá de lo se ve en la superficie, y cuando uno pregunta, y pregunta, y pregunta….genera INCOMODIDAD, y en este caso esa incomodidad es lo que nos va a asegurar que vamos por el camino correcto.

Porque lo positivo de la incomodidad es que genera cambios, y en este caso esos cambios deben ser acordes a la obligación del Estado, RESPONDER, RENDIR CUENTAS, SER TRANSPARENTE.

Estando en pleno año 2019, con una sociedad que pasa más tiempo en medios digitales que en la vida real, resulta IMPERANTE que el DAI, como todos los derechos, se garantice aprovechando los avances tecnológicos.

Hoy en Panamá, tenemos un portal nacional de datos abiertos de gobierno con información estadística que proporcionada por las instituciones públicas de manera pro-activa y que día a día se afina en cuanto a calidad y valor para el re-uso, tenemos un portal de Panamá en Obras que busca proporcionar información sobre el gasto público en obras de infraestructura, un portal nacional de gobierno abierto y varias iniciativas ciudadanas que utilizan la tecnología para lograr que la información pública sea efectivamente pública.

Por supuesto que existe la información confidencial y la información restringida, pero tanto una como la otra obedecen a una norma y a un procedimiento para su clasificación como tal, pero DEBEMOS APUNTAR A QUE EN NUESTRO PAÍS EL SECRETO SEA LA EXCEPCIÓN, NO LA REGLA,  en donde sea tan difícil ocultar las cosas que ese sea el primer disuasorio de los corruptos, porque un Estado en el que se ocultan cosas, que existen “secretos” o informaciones privilegiadas, puede indicar que se actúa en función de algún interés particular, desnaturalizando el concepto de democracia. Es así como el DAI actúa bajo el enfoque del interés general del Estado.

Entonces, ¿cuál es mi rol?, ¿cuál es nuestro rol? como ciudadanos debemos asumir el compromiso de INCOMODARNOS, ejercer efectivamente el DAI, convertir los datos públicos en información útil para todos y hacer algo con esa información.

Necesitamos explotar los datos, proponer soluciones, fiscalizar el gasto público, asegurarnos de que el gobierno dirige los recursos del Estado a donde deben estar para mejorar nuestra calidad de vida.

Los objetivos de desarrollo sostenible están de moda, y afortunadamente están de moda, pero además de hacerlos trending topic, debemos ponerlos en acción, pasar de las redes a la realidad y el DAI es una herramienta muy valiosa para el alcance de cada una de las metas.

El ODS 16 tiene como una de sus metas garantizar el acceso público a la información y proteger las libertades fundamentales, y no es coincidencia que se presenten juntos estos dos conceptos.

El escenario está montado, solicitar datos públicos nos va a permitir identificar si todos los servicios básicos disponen de recursos para ser prestados de manera adecuada a la ciudadanía.

Un país transparente que destina recursos a donde deben estar, podemos pensar que garantiza los Derechos económicos, sociales y culturales de las personas, y una ciudadanía que conoce y respalda el buen actuar del gobierno es una ciudadanía productiva.

En julio de este año, BBC Mundo Noticias, publicó un arículo de Cecilia Barría, que se titula “El «salto cuántico» de Panamá, el país con el mayor crecimiento económico de América Latina (y por qué no es un paraíso)”, y en una parte de su artículo dice, “Panamá está lejos de ser un paraíso: es uno de los países más desiguales de la región y ha estado en el centro de los mayores escándalos de corrupción de los últimos años en América Latina.” y con un crecimiento de 5,9% en los últimos 25 años, yo me pregunto ¿PORQUÉ?.

Una ciudadanía empoderada frente a los poderes institucionales, en pleno ejercicio del DAI y en pro de la transparencia pone en jaque a las prácticas corruptas que son un problema que se manifiesta en lo público y en lo privado, la corrupción es un problema que se convirtió en parte del sistema, y la corrupción no discrimina, ni credo, género, clase social, nivel académico, etnia, NI ÉPOCAS.

Debemos reflexionar sobre nuestra posición frente a la corrupción, y para terminar les comparto mi reflexión personal:

  1. Debemos repensar el servicio público y recuperar la vocación de servicio en beneficio del bienestar social.
  2. Comprometernos como ciudadanos a ejercer responsablemente el DAI y trabajar con las instituciones públicas a identificar y solucionar problemas.
  3. Innovar, desde nuevos modelos de negocio, nuevas formas de ejercer nuestras profesiones, entendiendo que los datos son nuestro bien más preciado, y el más valioso recurso para llevar este país al siguiente paso de maduración en Derechos Humanos.

La próxima vez que te preguntes porque no funciona algo en el país, piensa también qué vas a hacer cuando tengas la respuesta, los invito a pensar-se dentro de esta revolución de #MasDatosMenosCorrupción.

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