El pasado 18 de noviembre fue el primero de dos días de concierto que la agrupación nacional Sr. Loop iba a ofrecer a sus seguidores para celebrar unos buenos 10 años de trayectoria en donde han sabido reflejar el sentir de una generación bien llamada «hijos de la invasión», las letras de sus canciones reflejan un sentir panameño, y su música es un viaje que te transporta a buenos lugares, no sé exactamente cuando comencé a escuchar Señor Loop, debe haber sido cuando estaba en la secundaria, superando poco a poco el pop impuesto socialmente y reconociendo las buenas vibras que el rock traía a mí, además, mi colegio era cuna de buenas bandas del patio.
La semana del 14 de noviembre comenzó con la expectativa de varios conciertos el de David Guetta (que honestamente ni fu, ni fa me hace ese man), el de Mauro Picotto (me hubiera gustado ir) y cerrando el 18 y 19 el de Loop, los seguidores respondimos todos muy bien al llamado de la banda, ellos prometían ofrecer un concierto que nos iba a hacer olvidar cuando teníamos que formar filas enormes para poder entrar a espacios reducidos y disfrutar de los toques, algo fino, de altura, y lo más importante, con aire acondicionado.
La última vez que vi a Sr. Loop en vivo estaba en fuego, y lo tripié como siempre, gritadera, saltadera y cómodamente de pie. Esta vez estaba sentada en uno de los teatros más bonitos de la ciudad, con aire acondicionado, la gente bien vestida y nadie olía a cantina en martes de carnaval, la sensación desde que el concierto inició fue diferente, la gente estaba en silencio (excepto por la mega fan que estaba sentada detrás mío que ella se propuso cantar más alto que Lilo esa noche) la elegancia se hizo sentir cuando Lilo en saco, y el resto de la banda muy bien vestiditos comenzaron a tocar y el show de visuales de Jonatan Harker fue estableciendo el mood perfecto para que todos desconectáramos un momento nuestro cuerpo y nos embarcáramos en un viaje que iniciaba hace 10 años cuando Volumen 1 llegó por primera vez a nuestros reproductores musicales.
Fueron casi 2 horas y 30 min. de la historia de la que, para mí, es una de las mejores bandas panameñas, no faltó ninguno de sus éxitos y tampoco faltaron las favoritas del público, bueno pudieron haber tocado Michita t.v. y Roncabalao, y Pura Maleza, y… bueno, pero creo que ya era pedir demasiado que tocaran los dos discos completos, lo mejor de la noche fue cuando la tipa que tenía atrás dejó de cantar a todo galillo porque no se sabía las canciones nuevas , más bien fueron varios puntos, cuando arrancaron y todo el teatro estaba calladito, y por supuesto se sentía una mezcla de emoción y a la vez un poco cómico por sentirse tan fancy todo, ese ambiente se sintió por un rato hasta que Lilo se quitó el saco y la vaina se fue relajando, anunciaron que iban a tocar Insensato tal como debían haberla tocado desde que se compuso, los ritmos vernaculares se fueron apoderando del ambiente y las notas del acordeón iniciaron con la que fue quizás la mejor interpretación de la noche.
De las canciones nuevas me llegó al fondo del alma Astrodeck y con Quieras o No, confirmamos que esta banda aunque rockeros hasta la médula, son bien panameños y lo dejan claro en cada una de sus producciones, no puedo esperar para que salga el nuevo material.
La verdad es que fue genial, no puedo escribir lo magistral que fue, la cantidad de buenos músicos que pasaron por ese escenario, la calidad del espectáculo que nos dieron y sobretodo lo cálido del cariño que hay entre el grupo y sus fans, es como siempre estar entre amigos.