de nuevo en tierra, el km 0, para ver hacia donde se dirige este nuevo (siempre es nuEVO) modelo de mi misma, volver no es fácil, irse tampoco pero sólo basta mirar atrás y echar a andar la máquina de la memoria para saber que ya un momento cerró un ciclo.
un día me levanté de la cama, me miré al espejo y me atreví a mirarme, ese día cambié todo, me despojé de lo que me hacía daño, me salí de donde no quería estar y me abrí a sentir de nuevo amor por mi misma.
dicen que este año viene con todo, dicen que es un año nuevo para empezar a andar por el camino «del resto de tu vida» (ok, espera, no se supone que eso es lo que hacemos cada día?) yo sólo sé que nada sé, y que cada día se menos y más al mismo tiempo.
Buscar, tener la sensación de que algo no está donde debería estar, y que hay que ubicarlo. Atreverse a buscarse uno mismo puede ser el reto más grande al que nos enfrentemos especialmente cuando tenemos una idea errada de como somos, o estamos muy condicionados por el como deberíamos ser, nunca lo que encontremos va a ser lo que «esperamos» al menos no al principio, pero si somos honestos con nosotros mismos sabremos que «eso» siempre estuvo ahí.
Lo bueno de buscar para encontrarnos es que podemos volver a ser tan auténticos como cuando éramos chicos, vamos a llevar la honestidad como bandera y nos vamos a atrever a sentir todo «como si fuera la primera vez», yo particularmente creo que hay que enamorarse como Han y Leia (sí, sí, star wars), hay que atreverse como el niño de Up, hay que divertirse como un niño con cualquier cosa y dejar que el viento te despeine la cara.
A veces caemos en comodidades tan conformes que buscarnos es la última opción, en parte por el miedo de encontrar un yo triste, conformado y «satisfecho» y en parte porque generar un cambio requiere de mucha fuerza y amor propio.
¿dónde quiero estar?.
me repito constantemente.
- la respuesta siempre será la misma: dónde pueda ser yo.
El buscar lo que queremos y el miedo a encontrar lo que merecemos es el punto dos del conformismo personal, fatal y destructivo. No por que lo que merezcamos sea algo malo sino por todo lo que conlleva aceptar que merecemos algo mejor o distinto a lo que queremos.
¿qué merezco?
me pregunto para poder direccionarme.
- Merezco lo que ofrezco. Es una cosa recíproca, merezco ni mas ni menos que lo mismo que puedo dar, entonces si estoy vibrando bajo voy a merecer eso, lo bueno es saberlo y repararlo. Muchas veces por creer que «no» merecemos algo dejamos pasar de largo las oportunidades de crecimiento concreto en nuestra vida y ahí es donde nos quedamos estancados y decidimos no arriesgarnos en buscar para encontrar, si se que debo vibrar más alto, entonces reconozco que merezco a alguien que vibre más alto, es sencillo, todo parte de uno y regresa a uno.
Despojarse del ego va de la mano de despojarse de la autoflagelación, empoderarse de la vida misma no es sencillo pero se siente rico cuando descubrimos que en equipo las cosas pueden ser más bonitas. (sí, tú.)
Ahora, en camino a encontrarse uno mismo, la búsqueda no debe padecerse sino vivirse como una aventura, como crecimiento, como pequeños pasitos, firmes y contundentes, un día a la vez.