a lo largo de mi aún corta vida de «adulto» me he dado cuenta de que soy diferente a la mayoría, el mejor ejemplo es lo radicalmente distinta que soy a mi hermano pero no por eso he hecho de mi existencia un padecimiento eterno por «ser rara», «diferente», «loca» (en términos meramente culturales y no clínicos)
recuerdo alguna vez que me sentía tan extraña y diferente al mundo que cada día se convertía en un padecimiento, vivir dolía y no soportaba el peso de la diferencia, hoy día he aprendido que la vida se vive no se padece, que nada en nosotros,mientras seamos conscientes de quienes somos, debe ser motivo de sufrimiento, somos como somos, como Dios, o el universo o la evolución (pa’ todos hay) determinó que fuéramos.
somos resultado de la suma de un montón de factores y situaciones, pero esencialmente somos quienes somos y punto, no se le puede buscar una razón a eso.
conozco muchas personas que padecen su vida, padecen el hecho de ser quienes son, que son autodestructores de su propia esencia y sufren toda su vida o con suerte hasta que se dan cuenta y se aceptan así, locos,raros, hermosos, únicos, y entonces comienzan a vivir, que triste cuando pasa luego de mucho tiempo pero lo positivo es ponerle mucha vida a los años a cada año que celebramos ser quienes somos.
me encanta ver a la gente sonreír, sin motivos, sólo sonreír por sentirse felices, por sentirse que siendo ellos mismos son perfectos.
hoy con la lluvia brindo por esos valientes que deciden dejar de padecer sus vidas y empezar a vivirlas, siendo ellos mismos, siendo felices!
mucho amor gente.
❤