eventos, noticias mas bien, recientes que me llenan de alegría me hicieron pensar en lo condicionados que estamos para ser lo que otros quieren o esperan que seamos, ese chip social se mete en nosotros desde que estamos en la cuna, y no nos deja libres hasta que dejamos de interpretar un papel y nos ponemos a repasar lo que realmente somos.
yo soy rebelde, soy bohemia, soy emo, soy gótica, soy gay, soy opus-dei, etc, etc… la mayoría de esos «yo soy…» los usamos para esconder un «yo debo ser…» el terror de ser quien realmente somos y ser juzgados o rechazados, por eso lo tapamos con un personaje que la mayoría de las veces es radical en cualquier dirección, al final del día no somos tan extremos, ser uno mismo es lo más anormal que existe en esta sociedad, todo el mundo va por ahí interpretando un papel para esquivar las balas que los demás lanzan, las miradas, comentarios, ideologías, etc.
Porque claro, un hombre sensible debe esconderlo o será llamado gay, y un hombre gay debe esconderse o será llamado pervertido, y un pervertido ese no se esconde, ese actúa en las caras de todos, basta sólo con ponerse un cuello blanco, una corbata. (aplica también con las mujeres, que vamos que no pretendo ser sexista)
El miedo al rechazo, al insulto, al aislamiento nos mueve a ser lo que los demás esperan que seamos y eso lo pasamos a los pequeños y ellos a los suyos, y así…la vida se convierte en un teatro con las entradas agotadas porque somos espectadores del mismo show que montamos, es un ciclo, un vicioso círculo de falsedad.
He llegado a pensar que vamos al teatro a ver representaciones de gente normal, de vidas cotidianas y es porque nos queremos sentir identificados con lo que sentimos pero no podemos hacer por que nos auto flagelamos diariamente llevando esas máscaras, ese papel que decidimos interpretar…para los demás.
Hasta que, decides asumir que sí es posible que haya rechazo pero también hay aceptación, que sí hay miradas de odio pero también hay abrazos, ser uno mismo es ser diferente, es asumir la responsabilidad por vivir lo que queremos, como que queremos, decir y pensar como nos da la gana, sin tener que dar explicaciones a nadie.
Le damos demasiada importancia a las expectativas que otros tienen, desde nuestros padres hasta los desconocidos, ¿a quién queremos impresionar? y ¿qué sacrificios estamos dispuestos a hacer por mantener a los demás contentos?
ME CHUPA UN HUEVO (y eso que nací con miles dentro de mí) lo que los demás piensen, y esbozo una sonrisa al saber que te incomodo, y le digo a todo el que pase por aquí a leerme: vamos! atrévete a ser tu mismx, quizás así sea mas divertido conversar con la gente por la calle.
(el post va dedicado: no sé si lees, quizás no, pero me hace feliz y estoy orgullosa de tí y de tu historia y agradezco el día que se cruzó con la mía, todo se ve más lindo con las máscaras fuera)