Noviembre me pega duro, es como un puñetazo de «Mano de Piedra». (punto eso es todo lo que siento)
Noviembre llega y el año casi termina, pero para mí, para Panamá, noviembre es EL mes, todo se viste de patria y yo me siento tan lejos de mi patria, me siento tan sola en una tierra que no comparte NADA con la mía, todo es diferente y este noviembre no escucharé los desfiles, no veré desfilar a mi papá por la tv, sólo para gritar «ahí va, ahí va, lo viste???» no voy a regañar a los locales comerciales que tengan la bandera mal colocada, no voy a comer comida panameña, en fin, no voy a hacer muchas cosas, y nada de eso importa, lo que realmente me mata (exagero) poco a poco (ya no exagero) es que no hay calor, no hay color, y después de 10 meses en esta tierra extraña, lejana, que por mas que lo ha intentado no logra calarme los huesos, entiendo entonces, que soy de allá, soy 100% de allá.