El viernes pasado, (o sea, el 20 de abril) luego de meditar durante la calurosa y húmeda mañana panameña sobre qué hacer ese día, decidí o más bien el destino me llevó hasta una juguetería en donde compré una botellita de burbujas, si, me costó como 50 centavos y creo que ha sido lo mejor que he comprado en el último mes, conversando en la noche con una amiga, mientras Nikki llenaba la calle con burbujas desde el balcón, llegamos a la conclusión de a quién le podría molestar una burbuja? es decir, yo estuve todo el día soplando burbujas por la ciudad, desde el auto de Astrid en los semáforos o mientras conducíamos, lo curioso fue ver que la gente aceleraba para ver quién estaba haciendo esto, supongo que esperaban encontrar algún niño pequeño y pensar que su madre estaba loca o algo así pero se encontraban con una adulta que voluntariamente lanzaba burbujas por la avenida.
Estoy segura que mas de un amargado habrá pensado «que inmadura!» pero apuesto también que al menos algún esbozo de sonrisa debe haber asomado a sus labios, espero con todo mi ser, todo esto me hizo pensar acerca de aquellas cosas en la vida que siempre nos van a hacer reir y sentir mejor, creo que ver una burbuja flotando por los aires es una de ellas, igual que ver mucha gente riendo, o incluso las tiernas fotos de gatitos en internet, pienso que deberíamos pasar mas tiempo buscando estos momentos, o al menos disfrutándolos cuando llegan, reir es saludable, abrazar nos llena de energía y después de todo estar alegres hace que la vida sea más llevadera.
Fue un buen ejercicio, compra una botella de burbujas, recuerda tu infancia y simplemente ponte a hacer burbujas de todos los tamaños, a alguien le alegrarás el día, no faltará aquella persona que se empeñe en no dejar que caiga al suelo y también aquella que disfrutará reventando cada una de las que vea, pero al final la sensación de haber invertido minutos de tu día en reír quizás hagan que todos se sientan un poco renovados.
Si eres de esas personas que andan amargadas por la vida, que piensan que no hay momentos de felicidad y que aquellos que se toman el tiempo para reír son vagos, te recomiendo que te fumes un porro y chilees, te recuerdo que todos vamos al mismo lugar al final, y que si usaste mal tu tiempo es como hacer una apuesta a perdedor seguro, no puedes recuperar ese dinero ni tampoco la fe que pusiste en que estabas haciendo «lo correcto», además si eso no es suficiente podemos recurrir al trillado fact de que para reir se utilizan no se cuantos cientos de músculos por lo que pones a tu cuerpo a trabajar, y estar amargado genera ansiedad lo que usualmente da hambre, en resumidas cuentas:
REIR = felicidad y delgadez, y menos riesgo de sufrir una enfermedad de esas graves.
AMARGADO = obeso, hediondo, con mal aliento, calvx y sin amigos, ah y con muchas probabilidades de morir joven.
A reír pues! con o sin burbujas.
Te pasas…. Gracias