Despojarse

El 21 de junio es el solsticio de invierno en el hemisferio sur, para las comunidades originarias suramericanas como los mapuche o los quechua, es de vital importancia esta fecha y leyendo un poco sobre el tema me di cuenta de que la han tenido re clara por miles de años, a nosotros nos cagaron los europeos y luego los gringos, pero los gringos también fueron cagados por los europeos así que la madre patria pronto debe emitir un «mea culpa» y reparación por daños (retroactiva a 500 años), con todo esto del mundial y de las «sorpresas» que han dado los países latinoamericanos sumado a la poca importancia que le han dado los medios europeos me pone a pensar que quizás la copa del mundo no es para nada mainstream y que definitivamente ya es una cosa del tercer mundo, es decir en realidad hay cosas más importantes que pensar que seguir con ese ritual absurdo que reemplaza las peleas con leones y nos acerca a «Hunger Games». Seguir leyendo «Despojarse»

Panameño, ¿Quieres estudiar en Argentina?

Oh! Queridos Lectores (siempre quise empezar así aún cuando no sé quien me lee, ni si son queridos, lo que si sé es que voy a ofrecer dinero para que comenten, que triste para alguien que lleva escribiendo casi 7 años, o lo hago muy mal o no inspiro ni una conversa)

Ya luego de esa catarsis tan bonitica, quiero estrenar categoría, pues sí, mas que nada por las ideas que me han dado los que me rodean y que catalogan mi experiencia en el extranjero como una experiencia bonita con toques novelescos aportados por mi dramática e inventiva creatividad, algo de eso hay, pero lo que si es cierto es que por segunda vez y luego de unas merecidas vacaciones/trabajo en mi tierra bella, pues llegué a mi casa en Argentina, y bueno haciendo un análisis creo que este año va a ser mucho menos dramático y mejor disfrutado.

paargentina

Hay mucha gente  de Panamá viniendo a Argentina, creo que es uno de los destinos número 1 de los panameños para la migración educativa, y es que ofrecen muy  buenos planes de estudio, por lo que estrenemos sección con una lista de Pros y Cons sobre mudarse a Argentina por estudios, (ojo: dije por estudios, todas los demás motivos de mudanza, los desconozco). Seguir leyendo «Panameño, ¿Quieres estudiar en Argentina?»

my own personal «cubito de hielo»

Estos últimos días han sido una cagada, me he descontrolado y he perdido un poco la noción de la realidad, el motivo de todo este drama existencial es… (redoble de tambores) LA LLEGADA DEL FRÍO, si yo me pudiera describir en una palabra respecto a ese tema seguro sería «CARIBEÑA»…es todo, y el frío es mi kriptonita, basta decir, y para que se ubiquen en el contexto, el AC de mi cuarto, cuando tuve, siempre estuvo a mínimo 17 grados, menos de eso para mí es tortuoso y ahora esta ciudad me despierta con mañanas oscuras a las 7:45 a.m. y con temperatura de 4 grados, mi mente sólo piensa en una cosa, «debo devolverme a mi castillo de arena y sol lo más pronto posible»

La verdad es que hay solo un motivo que ha generado este rechazo inmediato al invierno, más allá de mi naturaleza cálida y tropical, NO TENGO CALEFACCIÓN, aprovecho para desahogarme, o sea quejarme, de que tengo dos meses pidiendo al dueño del depto que venga a arreglarla porque «…yo no soy de aquí y el frío me cuesta un poco más…» pero al parecer el sólo escucha «bla bla bla» cuando le hablo.

bueno ya, basta de quejas. He encontrado refugio en las infusiones y las botellas de vino llenas de agua caliente puestas en la cama a la altura de los pies, nunca había dormido empiernada a una botella (aún no llego a esos niveles) y esta experiencia fue placentera, las infusiones, particularmente la de «Frutos Rojos» llegan a mi corazón y me hacen ver que el invierno puede disfrutarse, lástima que la sensación solo dura hasta el final de la taza.

La verdad es que creo que esta va a ser la parte más difcil de mi adaptación, todo lo demás lo estoy disfrutando pero el invierno llega oficialmente el 21 de junio y yo desde ya estoy hecha una María Llorona todas las noches anhelando mis gloriosos 30° de ciudad de Panamá, supongo que es cuestión de acostumbrarse y de seguir insistiendo para que me arreglen la calefacción, y por supuesto adquirir la hermosa costumbre de tomar té caliente a toda hora.

ohh ...just come and feel my soft, mushy, pretty and cold little tushy!
ohh …just come and feel my soft, mushy, pretty and cold little tushy!

Como sea, estos días han sido difíciles, siento que vivo en el culo de un oso de polar y me siento incomprendida….pero tengo la certeza de que todo lo curará UN BUEN TRAGO DE WHISKY TODOS LOS DÍAS, con esto o me adapto o me vuelvo alcohólica, en cuanto me llene de valentía procuraré investigar esta ciudad, este país y ver los colores del invierno…pero eso en otro post, otro día…quizás…si sobrevivo….

#StopDrama
#IcePrincessGoneWild
#CaribbeanPrincessGoneCold
#etc…

Haciendo mercadito

Una de las cosas que más me gusta de Argentina es la separación de rubros, a ver, en Panamá en un supermercado compras todo, pero es porque casi no te queda opción, algunas ferias de productores, y algunas fruterías, pero no es lo más común, las 3 o 4 cadenas de supermercado que hay se llevan el grueso de los consumidores, lo más seguro la mayoría de la gente alegue comodidad, pero la verdad es que no hay una educación de consumo.

Acá también hay supermercados, y ofrecen de todo pero la oferta de rubros independientes y separados es mucho mayor, y honestamente me parece una delicia, además de que se beneficia el comercio justo pues muchas veces compras directamente del productor o por lo menos estás beneficiando a una cadena de micro empresarios, desde el productor hasta el dueño de la fiambrería (quesos, jamones=fiambres).

Mis amigos me llevaron a una feria en donde los productores entregan el producto al consumidor, hay también puestos de revendedores pero bueno, es un micro empresario al que favoreces, es genial y es una delicia hacer mercadito de esa manera.

«hola, me da 100g de jamón cocido, 200g de queso cheddar, 150 de pastrami…» y así, mientras esperas en la fiambrería a que te atiendan observas a los argentinos y ves que piden, le preguntas a las doñitas que es cada cosa y como se come, es una experiencia placentera, ir al supermercado implica unirte a un mar de gente que necesita salir rápido.

«hola, ¿ a cómo está el kilo de nalga?…¿y el cuadril?, ¿y las costillitas?…¿milanesas de pollo tienes?» en la carnicería el carnicero hace que las carnes parezcan mantequilla cuando las corta, es impresiionante la precisión al hacer los cortes y atinar en el peso que le estás pidiendo, a ellos le pides consejos sobre los mejores cortes para diferentes usos.

En todo este recorrido nunca falta el que se interesa por ti «y de donde son chicas?,» «ah, Panamá, que lindo debe ser, se la pasan en la playa ustedes? y hace mucho calor? que rico debe ser trabajar cerca del mar cálido», obvio nunca falta el pedante que hace referencia a «ah, son colonia shanki ustedes» pero a esos «pelotudos» no les hago caso.

En un recorrido normal, luego de la carnicería vamos al lado, a la verdulería, TODOS LOS VEGETALES PARECEN SACADOS DE UNA REVISTA los tomates brillan, las berenjenas son todas perfectas del tamaño que deben ser, las lechugas de todos tipos, acelgas, rúcula, espinacas y demás verdes te hacen sentir en la montaña, y como usualmente son peruanos es normal encontrar plátano verde, entonces viene la pregunta por parte de algún argentino en la fila «nena, me podés contar como se come eso?» «ah, pero es una banana, es dulce»…luego de la explicación de que no es una banana y que lo comemos salado la mayoría de las veces, les explicamos como hacer patacones, me ha pasado que alguna vez las señoras llevan uno para probar, me gustaría saber cual fue el resultado.

En argentina, lo mejor es la comida, muchos estarán en desacuerdo, pero yo como conocedora del tema lo aseguro, las carnes son deliciosamente perfectas, los vegetales frescos, los lácteos como deben ser, lo que más me ha costado encontrar es pan que sea de mi agrado, pero ahí vamos, ya me contaron de una panadería peruana que está super buena, y es que con este clima y con mi nueva conformada tribu colombo panameña, pues nos reunimos a comer rico, darnos calor y hablar de todo un poco.

adaptación

En Argentina no venden la marca de shampoo que uso, ni tampoco la mayoría de las marcas de medicamentos que tomo, ni venden mezcla de pancakes estilo gringo y pueden cobrarte hasta 5 dólares por pancake en un restaurante, no hay mantequilla de maní ni gaseosa de manzana, y no existe la ropa barata. Wait, sigue leyendo…lejos de ser una reflexión depresiva es una manera de decretar o de dejar registro de que realmente somos adaptables.

Dicen que sólo bastan 21 días para que un ser humano se adapte a alguna

cerveza de un litro, barata, barata,
cerveza de un litro, barata, barata,

situación, ya llevo 29 días aquí y debo decir que no está nada mal tomar leche descremada que no sabe a formula para bebé o que parece agua, ponerle sólo sal a la carne y que sepa deliciosa, que los vegetales duren semanas en la nevera y que el transporte cueste menos de 25 centavos de dolar, es genial poder pedir helado a domicilio y que no llegue derretido a tu puerta, caminar por aceras, sí señores panameños, las aceras no son un mito, realmente existen, poder ir a muchos eventos culturales gratis y la cerveza más barata que la coca cola, son cosas hermosas.

Definitivamente amo Panamá, y la sensación de comerte un mango que recogiste del árbol del patio de la finca, o un marañón que viste crecer desde tu ventana es incomparable, sentir el calorcito del sol a todo hora, escuchar a una mujer reir fuertemente y ver a un chofer de bus cabreado porque no lo dejan pasar, no hay punto de comparación.

2013-02-27 09.38.08
Cereal con durazno, yummy!

En Panamá jamás me gustó la pera y los duraznos sólo los comía en casa de mi abuelita, ahora muero de antojo con sólo ver una pera enorme que se deshace con que sólo la veas, o enterrar los dientes en un durazno enorme y tan suave que se pierde en la boca, la comida es lo primero a lo que nos acostumbramos, luego poco a poco, primero en la calle donde vives y luego en la ciudad vas poco a poco descubriendo el lugar que elegiste para pasar una temporada de tu vida.

Avenida 7, La Plata
Avenida 7, La Plata

Me gusta La Plata, me encanta  mi nueva ciudad, hay tanta gente en Argentina que he encontrado agradables, desagradables, sonrientes callados, y varios extranjeros, es hermoso poder comprar flores en la calle sin que te cuesten un ojo de la cara, ver gente montando bicicleta, hacer fila para subir al colectivo (bus) o cruzar la calle por las esquinas sobre las líneas de seguridad, confieso que una que otra vez no lo he hecho, visitar la verdulería de enfrente, la carnicería de media cuadra a la izquierda o escuchar al chino hablando español-argentino.

Ya se acerca el otoño y será el primero que viva en toda mi vida, esto de tener cuatro estaciones es nuevo para mi tropical existencia, y pretendo disfrutar cada una, incluso cuando doble mi peso en abrigos contra el frío!

Aguante los kiosqueros

Tengo ya un buen par de días en Argentina, obvio no puedo emitir una opinión aún sobre el ir y devenir de las personas en la ciudad, la verdad es que Buenos Aires, Capital Federal, es enorme, y yo vengo de una tierrita con 3 millones de personas apenas en donde todo mundo se conoce, aquí en la calle la gente poco ríe, es como que todo mundo está muy metido en sus cosas como para preocuparse por los demás. en Panamá pasa que el vidajena o curioso es como una personalidad alterna que a todos nos sale a flote de vez en vez.

Acá no, la gente anda en lo suyo, todo el mundo está preocupado por algo, concentrado en algo otro o simplemente metido en una cómoda búrbuja para evadir el caos citadino, ese hermoso caos que tienen las ciudades grandes que a donde mires hay muchas personas, todo está lleno, todo es masivo…todo es en grande.

En Buenos Aires las personas no están a la orden del día para que el turista o un extraño bien intencionado haga preguntas, y mucho menos esperes conseguir sonrisas en la calle como cosa habitual, como dice mi compa «el bonaerense reacciona al estímulo que tu le proporciones» y es cierto, lo he comprobado, si les sonríes entonces ellos sonríen, si estás nervioso ellos se ponen igual, no son melosos ni empalagosos como los caribeños ni andan fijándose en que pueden hacer por ti, pero eso sí, son educados y mucho.

En ese vaivén de acostumbrarme a la forma de ser de la nueva comunidad a la kiosqueroque perteneceré noté lo que muchos ya me habían advertido, la biblia de la ciudad es como un libro secreto que tienen los kiosqueros, sin importar género o edad, los kiosqueros siempre están dispuestos a ayudar, dispuestos a una buena plática y con una sonrisa, cada cual muy a su estilo, los más jovene suelen ser mas colgados, hablar más lento y a veces necesitan confirmar las indicaciones que te han dado, las mujeres por lo general están muy apuradas haciendo lo que hacen, y mientras te ayudan o responden tu interrogante continúan haciendo otras cosas, atendiendo a otras personas, pero, definitivamente el premio kiosquil, se lo llevan los hombres entre 45 y 70 años, son verdaderos oráculos citadinos, lo saben todo, desde como llegar del punto A al punto B, hasta las últimas noticias de cada barrio, por supuesto nunca pueden faltar las clases de historia.

Conversar con un kiosquero es una experiencia que todo mundo debe vivir, es divertido y es un muy buen primer pantallazo de la nueva ciudad en la que te encuentras, definitivamente esta ciudad no sería lo mismo sin los miles de puestitos de revistas y kioscos que hay a lo largo de sus calles, yo mientras me acostumbro al nuevo ritmo tengo seguro que siempre habrá algun kiosquero que pueda hacer de esta experiencia de caminar por las calles de bonaerenses sea más copada.

reflexiones de llegada

Ya me fui, después de 4 años posponiendo un viaje, finalmente me fui, lo logré y ahora escribo desde un hermoso balcón con una hermosa vista, en un barrio de Buenos Aires, de casas grandes y canchas de tenis, gente linda y autos caros, vaya recibimiento! Siempre es bueno tener amigos trabajando con transnacionales, esa es mi meta, poder devolver esos favores que me han hecho las hermosas personas que llamo amigos alrededor del mundo cada vez que los he necesitado.

Y es que el mundo es mínimo, lastimosamente no todos tenemos las mismas oportunidades de recorrerlo porque como todo, el dinero manda, ese es uno de mis sueños, aportar para que el mundo sea de todos sus habitantes, que no le pertenezca a unos cuantos, que viajar no sea un lujo sino un derecho, que la movilización sea segura, divertida, porque después de todo, ¿de qué sirve un planeta que no podemos disfrutar?

Pienso que la ignorancia es la raíz de muchos de los males que nos aquejan como sociedad humana, si las personas conocieran fuera de su realidad y experimentaran, aunque fuera por cortos periodos de tiempo, esa sensación de que todos estamos conectados con todo lo que nos rodea, estoy segura de que cuidaríamos más y mejor esta tierra. Me siento más cerca de mi meta, de poder lograr algo, de trabajar para aquellos que tienen los mismos derechos que nosotros, los pocos que hemos tenido la suerte de tener comodidades.

Llevo menos de 24 horas en este país, llegué bien, luego de un viaje turbulento, en asiento de salida de emergencia o sea que pasé 7 horas sentada en la misma ***** posición, luego en migración parece que la carta del consulado en Panamá jamás la habían visto, me retuvieron como 25 minutos, pero se compensa el paso expedito sin revisión de maletas que tuve en aduana, creo que a los funcionarios les dio penita esta gordita con 4 maletas enormes, al final llegué a mis destino, sana y salva, que es lo importante.

Es día feriado y todo está cerrado, eso me parece raro, en Panamá las personas aprovechan, cierran las oficinas pero los negocios de servicios se afanan en atraer clientes, sobre todo en verano, para que gasten, para que gasten mucho, ya me tocará ver la ciudad mañana, andando, de día, caótica y hermosa como la recuerdo de mi primer viaje, yo mientras aquí en el balcón disfruto el calorcito, calor que hace que Panamá sea un niño en pañales.

El queso está bien bueno, puedo acostumbrarme a comer queso rico todos los días!!!